¿JUSTICIA PARA TODOS?

por Haroldo Duflos

En estos últimos años, la "justicia" ha sido uno de los temas más candentes y cuestionados a raíz de los sucesos que han sido tapa de noticias y comentario obligado en cuanta reunión hubo al respecto.
Si hacemos una breve reseña de los más resonantes podemos citar a la Aduana Paralela, el Caso Cabezas, el Diputrucho, el Jueztrucho, el caso Carrasco, el caso Morales, la venta de armas y sus desvíos a Croacia y Ecuador, las trabas a la donación de órganos, Amia y la embajada de Israel, amenazas a periodistas, la policía brava y la banda de los comisarios, la mafia de los taxis en Ezeiza y en el Mercado Central, el triángulo de las Bermudas en el N de la prov. de Bs. As., donde tantos camiones y cargas han desaparecido, el Caso Briant y el caso Bru, la desaparición de expedientes y pruebas o grabaciones en juzgados y
despachos del Congreso, etc, etc, etc ...
Son demasiadas cosas seguidas y muchas veces conectadas entre sí como para que puedan pasar desapercibidas, y sin que nadie se haga preguntas o cuestione los mecanismos judiciales.
Es claro y cierto que hay que tener en cuenta la falta de juzgados, la escasez de personal idóneo y capacitado, la falta de recursos que no permiten acelerar y sacar adelante a miles de expedientes y resoluciones que se han estancado en el tiempo, transformándo al proceso judicial en algo ya no solo lento y farragoso, sino en eterno e imposible.
Pero también es cierto que cuando, vía Balcarce 50, se ha necesitado de una Justicia «IMPARCIAL, EFECTIVA, EXPEDITIVA Y, POR SUPUESTO, INDEPENDIENTE DE TODA SUGERENCIA EXTERNA», esto se ha logrado casi inmediatamente (los milagros del primer mundo y la globalización) «per saltum» o «perque me piache»
Ahora si Ud. mi querido chichipío, se pregunta ¿ Y NOSOTROS QUE ?. sólo puedo decirle que debe «cotizar en la Bolsa» o dicho en buen criollo «hacéte amigo del Juez y no le des de que quejarse...»